Son seres de un mundo más real que el mundo físico en el que vivimos, el de la mente. Viven en nuestra mente.
Después de un largo tiempo observándolos y analizando su maravilloso comportamientos he recapacitado sobre la importancia de estas oníricas aves y las he clasificado para que puedan ser observadas por quienes aun desconocen su existencia.
La misión de estos sensibles animales es devorar las emociones negativas que adquirimos, aquellas que nos sobran para devolvernos su opuesto, lo que nos falta, pudiendo así continuar en este ciclo emocional infinito que es vivir.
Solo necesitan una cosa de nosotros, creer en ellas.